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Rangún, eterna capital

Conocida también como Yangón dejó de ser en 2005 capital de Birmania, rebautizada ahora como Myanmar. La ciudad al igual que el país vive desde hace unos años un increíble boom inmobiliario, que la está haciendo crecer sobremanera. A pesar de haber sido capital varias décadas y contar con el aeropuerto principal, Rangún no es el destino turístico más visitado del país. Con prácticamente todas las infraestructuras por desarrollar, hay cosas primordiales como llevar dinero en efectivo y facilitar los datos del alojamiento a la familia en España.

Todas las visitas a Yangón empiezan por la gran pagoda dorada de Shwedagon. Famosa por su “estupa”, con casi 100 m de altura y recubierta de oro, sobre ella reposan los ocho cabellos de Buda. No muy lejos el Museo Nacional, las pagodas Sule y Chauk Htat Gyi que alberga el mayor Buda acostado de Birmania con 78 m de largo.

Interesante resulta también un paseo por Chinatown, allí los mercados de Bogyoke Aung San (Scott Market) o el Mingalar Market, muestran perfectamente la vida e idiosincrasia birmanas. Parada obligatoria es también la casa donde fue retenida durante años la disidente  Aung San Suu Kyi. Para finalizar el paseo, el lago Kandawgyi (diseñado artificialmente) para descansar el Karawik, un portón real de hormigón, donde se sitúa uno de los mejores restaurantes de la ciudad.

Hablando de comer, el pescado es base fundamental de la dieta en Myanmar. Acompañado de verduras y arroz el plato nacional se llama mohinga (empanadillas de pescado, fideos, cilantro y cebollas), ¡muy rico! También las gambas y el marisco en general resultan bastante baratos y suelen ser de buena calidad. Eso sí, no olvides que cada cosa que pidas vendrá acompañada de salsas: curry, coco, ajo o pimiento. Los postres se componen principalmente de coco y plátano.

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