Situada al norte de Andalucía y con una extensión lo suficientemente abarcable como para conocerla en un par de días, Jaén es de esas ciudades que sorprenden al visitante. Repleta de historia, con un rico patrimonio y una belleza sin igual, pasear por sus calles es ir descubriendo un rincón de Andalucía que para muchos, por desgracia, pasa desapercibido.
Pero en Skyscanner queremos poner remedio a esto. Por eso hemos preparado un completo listado con todos aquellos atractivos y tesoros que esconde la ciudad y que no deberás perderte en una visita. Desde su imponente Castillo de Santa Catalina a la Catedral de la Asunción o sus Baños Árabes. Prepárate, porque arrancamos un paseo por Jaén haciendo parada en sus 10 lugares imprescindibles.
1. Castillo de Santa Catalina
Situado en lo más alto del cerro que corona Jaén, se levanta altivo su castillo: no existe rincón en toda la urbe desde el que no se pueda admirar esta gran joya jiennense, uno de los emblemas de la ciudad.
Fue levantado sobre los restos de una antigua fortaleza árabe y visitarlo supone hacer un viaje en el tiempo, conocer el pasado de Jaén y entender que, aunque hoy es lo único que queda, el castillo formó parte de una gran red de fortificaciones que convirtieron su medina medieval en la mejor defendida de todo el mundo. Junto al castillo se encuentra el Parador de Jaén, desde el que se pueden obtener, –al igual que desde el castillo-, unas increíbles vistas.
No puedes dejar de visitar su plaza de armas, así como la Torre del Homenaje. Solo entonces será el momento de recorrer el sendero empedrado hasta la Cruz, en otro de los extremos del cerro.
¿Un último dato? Contemplar el castillo iluminado al caer la noche es uno de esos recuerdos que siempre perdurarán.
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2. Catedral de Jaén
De estilo renacentista, esta inmensa obra de arte proyectada por el ilustre Andrés de Valdelvira es, junto al castillo, otro de los iconos más reconocidos de Jaén. Para visitarla ponemos rumbo hacia la Plaza de Santa María, donde nos topamos con el gran edificio. Fue construida por Fernando III en 1248 y, como también ocurrió con el castillo –y con la mayor parte de la ciudad-, se hizo sobre las ruinas de la antigua mezquita mayor.
Al contemplarla es fácil entender por qué está considerada uno de los referentes del Renacimiento en España, y es que si su fachada exterior ya impone, el interior representa a la perfección cada uno de los detalles del movimiento.
Como piezas importantes hay que destacar la imagen de Nuestro Padre Jesús –“El Abuelo”-, realizada por Sebastián de Solís en el siglo XVI, las pinturas de Pedro Machuca en la Sala Capitular o las esculturas del presbiterio de Juan de Adán.
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3. Los Baños Árabes
Y pasamos a otro de esos rincones que no hay que perderse en una visita a Jaén. Y para ello, toca descubrir lo que se esconde en el subsuelo jiennense: en los bajos del Palacio de Villardompardo se hallan los antiguos baños árabes, construidos nada menos que en el siglo XI. Estos, considerados los más grandes y mejor conservados de toda Europa, no solo constituían el lugar donde los musulmanes acudían para cuidar cuerpo y espíritu. También era el espacio de encuentro en el que hombres, mujeres y niños –siempre en horarios diferentes- compartían charlas y discusiones.
Formada por varias salas cubiertas por bóvedas con pequeños lucernarios con forma de estrella, visitarlas es como realizar un viaje al pasado.
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4. El Palacio de Villardompardo
Y ya que hemos investigado los baños que se esconden en su subsuelo, habrá que conocer también qué se levanta sobre ellos, ¿no crees? Por eso nuestra próxima parada es en el hermoso Palacio de Villardompardo, que en la actualidad alberga el Museo de Artes y Costumbres de Jaén.
El edificio, construido en el siglo XVI y de estilo renacentista, fue el palacio de don Fernando de Torres y Portugal, primer Conde de Villardompardo y virrey del Perú, y se encuentra situado en el corazón del casco antiguo de Jaén. Desde su construcción ha tenido diversos usos, de manera que durante siglo y medio fue utilizado, por ejemplo, como banco. A finales del siglo XVIII pasó a ser hospicio de mujeres, que se mantuvo en este lugar hasta 1970.
El patio central del palacio, formado por un cuadrado de muros de bastante grosor en el que se abren ventanas y puertas que conectan con algunas de las estancias, es uno de los rincones que no debes perderte. Tampoco la capilla, construida tras añadir a lo que por aquel entonces era el hospicio algunos de los edificios vecinos. Según indica una inscripción, fue levantada en 1903. Y, por último, alza la vista: la cúpula de la Asunción es otra de las maravillas que podrás apreciar en una visita al Palacio de Villardompardo.
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5. El lagarto de Jaén
Sí, sabemos que quizás este punto te resulte un tanto extraño, pero no temas: todo tiene su explicación. Y es que Jaén, como toda ciudad que se precie, también cuenta con sus leyendas e historias. En este caso, relacionada con un lagarto.
Resulta que, según cuentan, hubo un tiempo en el que un lagarto de grandes dimensiones pululaba por la ciudad y los alrededores acabando con la vida de personas y ganado. Un pastor, harto de sus acciones, decidió plantarle cara, y lo hizo cubierto con una piel de cordero ensangrentada rellena de yesca encendida. Cuando le lagarto le atacó y engulló la piel, reventó. De hecho, desde entonces, hay una expresión bastante usada en la región: “así revientes como el lagarto de Jaén”.
En pleno barrio de la Magdalena, en el centro de una fuente, existe una escultura que, a pesar de lo sanguinario de la historia, recuerda a la figura del lagarto. Y, por supuesto, ¡no te la puedes perder!
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Créditos fotografía © faustonadal / Flickr (CC BY-NC-SA 2.0)
Vuela a Granada6. La judería
Y llega el momento de perderse. De disfrutar sin destino claro. Y es que recorrer sin rumbo las callejuelas de la antigua judería de Jaén es otro de esos imprescindibles en una visita.
Los judíos permanecieron en Jaén durante aproximadamente doce siglos, incluso después de haber sido expulsados de Al-Andalus. Aquí se mantuvo una considerable población de judíos conversos que, a escondidas, mantuvieron el culto a su religión. La judería, que comprendía calles a día de hoy tan emblemáticas como el Callejón del Gato, calles del Rostro y Santa Cruz y la Plaza de los Huérfanos, y monumentos tan destacados como la propia catedral o los baños árabes, pasó a llamarse, entonces, el Barrio de Santa Cruz. Solo con dar un paseo por ellas se puede respirar la historia del pasado.
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Créditos fotografía © Trevor Huxham / (CC BY-NC-ND 2.0)
Alójate en Jaén7. El refugio antiaéreo de Santiago
Y llegamos, sin duda, a uno de los puntos más curiosos de nuestras propuestas sobre rincones imprescindibles de Jaén. Un lugar que nos recuerda la historia más reciente de España: su guerra civil.
Y es que Jaén fue bombardeada durante aquellos años de desgracias, y mucho. Para intentar salvar a la población, y tras un intenso bombardeo en 1937, se construyeron diferentes refugios subterráneos. Hace no mucho tiempo, uno de ellos se abrió al público para hacer llegar a la población, de manera fácil y directa, toda la información de lo que en aquella época aconteció.
Situado en la Plaza de Santiago –de ahí su nombre-, el refugio acoge una interesante muestra repleta de fotografías y documentos sobre cómo se vivió la guerra civil, conformando un espacio de reflexión sobre la paz.
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View this post on InstagramQue nadie tenga que volver a refugiarse del miedo
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8. La iglesia de la Magdalena
Y llega el turno de la iglesia más antigua de toda la ciudad, ¿cómo no íbamos a incluirla en nuestra lista de propuestas sobre que ver en Jaén? Levantada sobre lo que en su día fue una mezquita, de aquel emblemático edificio solo quedan en la actualidad el alminar y el viejo estanque central para las abluciones. Sin embargo, el alminar cuenta hoy día con un aspecto algo diferente al que tuvo en su origen: Andrés de Vandelvira la reformó y la dotó de un cuerpo octogonal.
Algo que no podemos dejar de recomendarte es que durante tu visita a la histórica iglesia de la Magdalena no dejes de hacer una parada para comprar dulces tradicionales elaborados por las monjas. ¡Te dejarán el mejor sabor de boca!
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Créditos fotografía © Trevor Huxham / (CC BY-NC-ND 2.0)
¿Buscas hotel en Jaén?9. Catar la gastronomía
Y si hay un imprescindible que no puede faltar en nuestra lista de recomendaciones durante una visita a Jaén, es, por supuesto, catar su gastronomía. Porque, ojo, ¡estamos en Andalucía! Y todo lo que sea pisar el sur sabe a gloria.
Así que lo ideal es ponerse en marcha y hacer una ruta por algunos de sus bares de tapas más aclamados. Por ejemplo, un clásico: ‘Casa Gorrión‘. Se encuentra situado en pleno centro de Jaén y sus embutidos, quesos y bacalao son absolutamente exquisitos. Otro de los bares que no pueden faltar en nuestro recorrido es ‘La Manchega’. Pidas lo que pidas en este rincón tan auténtico de Jaén, hará que disfrutes a lo grande. ¿Y para acabar? No dejes de probar el dulce más típico de la capital jiennense: el ochío. Esta torta de aceite con azúcar hará que no te quieras ir jamás .
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10. Vía Verde del Aceite
Y, para poner punto y final a nuestra completa lista de lugares imprescindibles de Jaén, algo de ejercicio, ¿no crees? Nos calzamos unas buenas zapatillas de deporte y, o bien salimos a correr, o nos animamos con la bicicleta. Estamos a punto de recorrer una de las vías verdes más bellas de toda Andalucía: la Vía Verde del Aceite. 128 kilómetros que discurren por una antigua vía de tren entre olivos y paisajes increíbles.
¿Algo más que añadir? Pues sí: además de tratarse de una de las vías verdes más largas de toda Andalucía, en su recorrido podrás disfrutar de hasta 13 viaductos metálicos del siglo XIX que son una auténtica maravilla. Qué, ¿te animas?
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Créditos fotografía © Chris Juden / Flickr (CC BY-NC-SA 2.0)
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